Trabajo esclavo y sweatshops.

El término sweatshop denomina a esas factorías tercermundistas en donde los trabajadores son tratados como ganado, donde operan en condiciones infrahumanas y carecen de todo derecho y trabajan generalmente bajo una atmósfera de miedo e intimidación para percibir apenas algunos centavos por productos que luego se venden a cifras de tres o más dígitos.

Nike es uno de los símbolos más infames de este fenómeno, ya que representa a una de las compañías precursoras y más beneficiadas de la cultura del sweatshop en la era de la globalización.
Los productos Nike son fabricados en más de 700 sweatshops por todo el Asia a través de una cadena de subcontratistas que explotan a cerca de 600.000 trabajadores, mayormente mujeres de entre 16 y 21años y en algunos casos, incluso menores.
Otras marcas de calzado, tercerización mediante fabrican zapatillas e indumentaria deportiva en sweatshops como ser Adidas, Puma y Reebok.
Las multinacionales en distintos lugares del globo promueven el trabajo esclavo como la cadena de supermercados Wallmart, la industria de juguetes Mattel, tampoco se quedan atrás gigantes de la industria como Walt Disney y Warner Bros. General Motors produce en México bienes para los países industrializados a cambio de salarios extremadamente bajos ofreciendo condiciones sociales miserables a sus obreros. A menudo los salarios no llegan a cubrir las necesidades más elementales en cuanto a alimentación y vivienda, y mucho menos para vivir dignamente cuando se tiene una familia. seguí leyendo

[Historias abundan sobre los horrores que ocurren en este tipo de fábricas: intimidación física, psicológica, desmayos por agotamiento, privación del uso del baño, partos in situ, etc., etc. Todo esto está excelentemente documentado en libros como No Logo de Naomi Klein, un material de lectura que apunta contra las multinacionales y la cultura de las marcas con propuestas de acción interesantes.

El reciente incendio de una fábrica textil en el porteño barrio de Caballito desnudó la existencia de una red de al menos 400 sweatshops textiles en Buenos Aires que explotan a inmigrantes bolivianos, incluyendo niños, bajo regimenes opresivos y degradantes.

En una excelente nota que dió origen a este post, Daniel K habla de este tema y de como los medios de comunicación tradicionales se olvidan el ejercicio de su función investigativa para ceder espacio a secundariedades, como por ejemplo el análisis detallado sobre lo que pasa en la farándula y en los espectáculos deportivos. Asegura (y tiene razón) que tanto Cromagnon como la proliferación de sweatshops en Buenos Aires podrían evitarse si los medios masivos de información dedicaran la mitad de los recursos que gastan en estupideces y se dedicaran a el periodismo de modo más comprometido, de ese modo se ejercería la presión necesaria para que los políticos electos realicen su trabajo antes de que sucedan las tragedias.

Paterna también habla sobre el tema del trabajo esclavo, por ello creo conveniente realizar un llamado a toda la comunidad blogger a levantarse contra estos abusos e iniciar una campaña contra la explotación laboral que lleva a la esclavitud de las personas.
Marcos Bauzá.
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