Desobediencia civil y Resistencia.
En el contexto de la reforma de la Constitución de Tucumán se sucedieron muchas actuaciones a las que ya nos tiene acostumbrada la polítiquería ejercida por los que ostentan el poder en estos momentos: Bolsones, punteros pagos, movilizadores rentados y toda la maraña de personajes que vuelven cada vez que acontece una elección en algún rincón de la Argentina.
Más allá del manejo de siempre y de que todo esto signifique la consolidación de una absoluta degradación institucional con el claro objetivo de asegurar en la hegemonía a los gobernantes de turno, hay algo mucho más oscuro detrás de todo esto.
Es el perfeccionamiento de la instauración de un régimen orientado a mantener ad infinitum los privilegios de un sector que paulatinamente le quitó a la sociedad el poder de sus mecanismos de convivencia política para remplazarlos por la inmoralidad de sus prácticas fraudulentas asentadas en el doble discurso y la estafa ante una sociedad civil impotente y abusada como fruto de la aplicación de métodos de control social establecidos mediante la compra de voluntades, el manejo de la libertad de prensa y de la información, además de la persecución sistemática de la oposición política, la censura a la crítica y la difusión de un mensaje destinado a maquillar las instituciones republicanas, ahora vaciadas y viciadas, con una pátina de solemnidad hipócrita aparentemente respetuosa de las formas y profundamente violatoria de los contenidos.
Esta nota, es en parte el prefacio de lo que sucede en estos momentos en esta provincia del noroeste argentino trasformada paulatinamente en un feudo ante el cual sólo queda como alternativa la desobediencia civil y la resistencia como último recurso.
Muchos tucumanos se abstuvieron hoy de ejercer su derecho al voto, algunos por la apatía que generó el comicio, otros porque como dijo el periodista Koly Bader: uno como comunicador social no puede concurrir a votar en un acto eleccionario diseñado bajo el imperio de la censura, la compra de periodistas y medios de comunicación, que intencionalmente apuntan a la descomposición de cada uno de los estamentos de la sociedad y sus organizaciones civiles.
Hoy Domingo 19 de febrero minutos después de las 19 horas a más de una hora del cierre del comicio puedo decir con certeza y más allá de los resultados que esta no es la última batalla contra la censura, la corrupción y la manipulación del poder, esto es apenas el comienzo.
Marcos Bauzá.
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