Generación Cromagnon.
La polémica desición del gobernador Alperovich de suspender el recital de Callejeros en Tucumán deja entrever la complicada maraña de intereses en torno a la tragedia de Cromagnon.
Un tema de difícil tratamiento sobre todo considerando la muerte de 194 jóvenes, el dolor y sufrimiento de sus familiares y las consecuencias físicas y psicológicas de los sobrevivientes.
Nadie puede negar que existe un antes y un después de lo sucedido en el Barrio porteño de Once. No pueden obviarse las consecuencias políticas, económicas, psicológicas y sociológicas después de aquella noche del 30 de Diciembre de 2004.
La generación Cromagnon, signada por ese extraño sentimiento de abandono y desprotección por parte de las autoridades encuentra muchas razones para sentirse así. En Tucumán luego del secuestro que concluyó en la muerte de Paulina Lebbos la juventud está más alerta a la hora de elegir un medio de movilización. (La paranoia se ha vuelto algo difícil de evitar).
Al hablar de la generación Cromagnon no debemos olvidarnos de los datos que muestran un país que no prioriza la generación de empleo, donde para amplios sectores de la población es muy complicado acceder a empleo digno, bien remunerado y con esto a una mejor calidad de vida.
Cromagnón se asemeja a un poliedro, porque tiene muchas caras (muchas más aristas, también) y porque en cada una funciona una lógica particular. Cromagnón tiene un costado político, otro económico, uno social y además un costado cultural. Lo cultural no puede despegarse de lo político, de lo económico y de lo social.
"Todo está relacionado, nada es circunstancial."
Obviamente aunque se aludan cuestiones de seguridad para suspender el recital de Callejeros, queda muy claro que se trata de una desición política de un gobernador (y otros vinculados al poder) que no desean verse perjudicados con la realización de este espectáculo, que como dije anteriormente no tiene solamente un costado cultural sino otras connotaciones: sociales, económicas y sobre todo políticas.
Marcos Bauzá.
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