Día del trabajador.
¿En qué situación nos encuentra este 1º de Mayo de 2006?
¿Qué vamos a celebrar?
¿Hay algo que celebrar?
¿Qué vamos a celebrar?
¿Hay algo que celebrar?
Hace más de un siglo, cuando se consagra el 1º de mayo como el Día Internacional del Trabajo, se planteó la lucha para lograr mejores condiciones de trabajo. Hoy nos encontramos que, no solo se han perdido esas mejoras, sino que se agravó la situación al quedar miles y miles de personas sin las posibilidad de conseguir un trabajo y aquellos que por "suerte" tienen uno, deben aceptar y soportar condiciones que van desde la lisa y llana esclavitud hasta las más indignas presiones por temor a quedar desocupados.
Gracias a los avances tecnológicos cada vez se necesitan menos trabajadores para llevar adelante los procesos productivos. Esto no se va a detener, por el contrario cada vez se acelera más, entonces, ¿qué se va a hacer con aquellos que no puedan incluirse en el campo laboral? Este es un desafío para los nuevos tiempos. Habrá que repensar todo, poniendo como centro de la discusión a la gente y la mejora de la calidad de vida de todos.
Los humanistas no aceptamos estas condiciones inhumanas que nos las quieren hacer ver como "naturales". Los humanistas rechazamos todas las formas de violencia y nos ocupamos para que, como mínimo, se hagan efectivos los Derechos Humanos que consagra nuestra Constitución a tener trabajo, salud y educación digna. Simultáneamente, exigimos a todos los poderosos, a aquellos que con sus decisiones condicionan la vida de miles de personas, que reflexionen, que recapaciten respecto de la imperiosa necesidad de ponerse al servicio de la gente, dejando de lado sus mezquinos intereses que no solo perjudican a otros, sino que también ellos son los perjudicados.
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